martes, 4 de diciembre de 2012
Cartas desde Iwo Jima: El infierno de los perdedores
"Cartas desde Iwo Jima" representa algo atípico en las películas bélicas y es el hecho de que un director de otro país nos muestre una película desde el punto de vista del enemigo. Eastwood ha sido ambicioso con este proyecto sobre una de las más sangrientas batalla del Pacífico. Aunque guarda el estilo similar de "Banderas de nuestros padres", la diferencia principal es que con "Cartas desde Iwo Jima", el genial director se introduce más en la intimidad de los soldados y desarrolla de manera más amplia los carácteres de los soldados japoneses, que por otra parte son más ricos de explotar dramáticamente. En ocasiones, a la hora de narrar una película bélica, resulta más interesante relatar la parte de los perdedores. Seguramente sea porque su dramatismo es más personalizado, de verse abocados a un callejón sin salida. En ciertos aspectos, podría recordar a "El Hundimiento", de como unos soldados y oficiales ven todo perdido, sin más salida de provocarse su propia muerte, muchos por una cuestión de orgullo, otros por honor, algunos obligados. El infierno que sufren los perdedores es casi inenarrable.
Eastwood filma una de sus películas más elegantes, pero con un marcado componente dramático, en momentos angustioso y que roza la locura. Nos muestra la historia de unos hombres que resistieron y murieron en una isla en un intento de defender su patria. Asistimos a sus conflictos personales, a la extraña y fanática manera japonesa de entender la guerra, con escenas que incluso resultan incomprensibles por el espectador por su dureza, sintiéndonos a veces incrédulos por lo que es capaz de hacerse a si mismo a un hombre llevado por su loco patriotismo. Eastwood también consigue transmitirnos la presión psicológica que sufrían los soldados japoneses, por culpa del confinamiento prolongado en las cuevas, la privación de agua y comida, además de los persistentes bombardeos. El guión de Yamashita mantiene un foco íntimo dentro de un magnífico contexto, narrando en argumento a través de los sentimientos expresados por los soldados en sus cartas. Esta es una de las grandes virtudes de "Cartas desde Iwo Jima": la fluideza narrativa de su guión, con unas líneas de diálogo que expresan casi a la perfección el sentir de un soldado y su mayor anhelo: regresa a su casa con sus seres queridos.
Otra gran cualidad es el estilo fílmico que escoge Eastwood. La película esta muy cercana en momentos al blanco y negro, con una degradación del color que se acerca al color sepia y al marrón, siendo monocromática en muchas ocasiones. Es un intento por darnos una visión de manera pseudo-documental, muy acertada por otra parte. Eastwood imprime su propio sello en "Cartas desde Iwo Jima". Apoyándose en ese estupendo guión, descarga todo el peso dramático en las magníficas actuaciones de los actores. Ken Watanabe ya demostró sus excelentes cualidades en "El último samurai", confirmando en "Cartas desde Iwo Jima" lo gran actor que es. Su interpretación de Kuribayashi es sublime. Le consigue imprimir al general una personalidad muy marcada de honor, de respeto hacia sus soldados y amor a su patria. Tremendas son esas escenas en las cuales arenga a sus soldados a luchar hasta el fin. Pero finalmente no nos deja la sensación de que fuera un loco suicida. Hizo lo que tenía que hacer. Como comentaba anteriormente, me parece un gran acierto basar el hilo principal en cartas que escribe los soldados. En Kuribayashi, vemos que es un hombre como cualquier otro, con sus sentimientos hacia su familia. Acertados son también los flashbacks que nos recuerdan la estancia del general en Estados Unidos o recordando a su hijo, no interfiriendo para nada en la fluidez narrativa. Aunque en mi opinión, la verdadera historia que nos describe el horror, ya no solo de Iwo Jima, sino de la guerra en si, es la que nos narra Saigo. Es un simple soldado, que como todos sueña con volver a su casa con su familia, pero que ve horrorizado como van muriendo sus compañeros, unos de disentería, otros es unos espantosos suicidios, otros quemados.......es quien nos da la perspectiva más amplia de todo lo que pasa. Es el personaje con el cual conseguimos más empatía. El resto del reparto está francamente bien. El Barón Nishi tiene una personalidad arrolladora, ofreciendo uno de los mejores momentos de la película cuando lee la carta del soldado americano muerto. Esa escena es de una humanidad tremenda.Personalmente, me ha dejado la sensación de ver un auténtico drama bélico. Un relato estremecedor.
PD: La Banda Sonora es buenísima. Intima y muy poética.
PD 2: HAY QUE VERLA EN VERSION ORIGINAL
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